La historia detrás de la marca
Tu negocio está en marcha y ahora estás en camino de adoptar un enfoque más sofisticado de marketing. Un buen punto de partida es la historia de tu marca.

Las historias son importantes. Son la forma en que entendemos el mundo y expresamos nuestras ideas. Nos vinculan con personas y comunidades. Nos inspiran a actuar.
Nos encanta escuchar historias, pero también las contamos constantemente. Algo tan común, como tomar un café antes de una presentación, se convierte en una historia cuando explicas cómo te motivó y te ayudó a centrarte para hacer una presentación comercial. Es la historia de cómo cerraste el trato gracias a esa taza de café.
Todos los días, tus clientes cuentan historias sobre tu marca, a sí mismos y a las personas que los rodean. La historia de tu marca es la base de todo lo que tus clientes piensan y sienten de tu negocio. Por eso es tan importante que ayudes a dar forma a la historia explicando quién eres, qué es lo que haces y por qué debería importarles a tus clientes.
La historia de tu negocio
Piensa en las historias que te apasionan. A menudo, un personaje se encuentra de viaje. Tal vez sea un viaje físico por paisajes peligrosos. O podría ser una experiencia personal. El personaje logra superar las dudas, las presiones sociales o una ruptura amorosa. Al final de la historia, ha llegado a algún lugar nuevo y la experiencia lo ha cambiado.
Tu negocio probablemente se encuentre en una etapa interesante en este momento. Sin duda, has pasado muchas noches en vela, hecho sacrificios y dejado de lado a los escépticos. Has seguido tu corazón y desarrollado una visión, y ahora estás en tu camino. La gente puede identificarse con tus dificultades y tus esperanzas. Quieren apoyarte porque han enfrentado desafíos similares y quieren creer en tu capacidad (y en la suya) de superarlos.
Cuando escribas la historia de tu marca, piensa en el arco de tu experiencia.
- ¿Cómo empezaste?
- ¿En qué mundo entró tu negocio?
- ¿Hacia dónde quieres ir y hasta dónde has llegado?
Pero la historia no solo trata de ti
Claro, se trata de tu negocio, pero tus clientes no escucharán la historia de tu marca para felicitarte y decirte: "Buen trabajo". Quieren saber cómo se relaciona con ellos.
Tú y tus clientes son los personajes principales de esta historia. Comenzaste tu negocio por afinidad con tus clientes. Viste un problema que todos experimentamos y pensaste: "Tiene que haber una mejor solución". Entonces encontraste la solución: tu negocio.
La historia de tu marca trata sobre cómo resuelves los problemas de tus clientes. Debes decirles, directa e indirectamente, que entiendes los retos que enfrentan y que estás comprometido a darles lo que necesitan.
Ponte en el lugar de tus clientes.
- ¿Por qué me preocupo por mis clientes?
- ¿Qué papel juego en sus vidas?
- ¿Qué ofrezco a mis clientes que nadie más puede ofrecerles?
La emoción le da sentido a tu historia
La narración es la progresión lógica de una historia: Primero sucede A, luego B y finalmente C. Si bien es un elemento fundamental de cualquier historia, la narración no es toda la historia.
Una historia también tiene que hacerte sentir algo. Tiene que tener un significado que vaya más allá de los hechos o de las personas. La historia es lo que hace que tus clientes digan que les encanta tu marca.
Entonces, ¿cómo encuentras el núcleo emocional que convierte la narración de tu negocio en la historia de una marca?
Analiza tus valores. ¿Has escrito tus declaraciones de propósito, misión y visión? Piensa en por qué te encanta tu negocio. Piensa en el bien que esperas hacer por tus clientes, tu comunidad y posiblemente el mundo. Tu historia debe comunicar las grandes ideas que dan vida a tu negocio y explicar por qué tiene sentido el viaje que has emprendido con tus clientes.
También tienes que mostrarte vulnerable. Si los clientes eligen a tu negocio como compañero de viaje, necesitan verte a ti (y a tus empleados) y ser vistos por ti. Inicia conversaciones reales con tus clientes sobre ideas y sentimientos. Muéstrales lo que no se suele ver, háblales de los altibajos de la vida cotidiana en tu negocio. Ábrete a la realidad de que tus clientes también cuentan la historia de tu marca.
Infunde emoción en la historia de tu marca.
- ¿Cómo puedes incorporar tus valores a la historia de tu marca?
- ¿Cómo puedes mostrarte vulnerable con tus clientes?
- ¿Qué puedes hacer para demostrarles que te importan?
Los puntos de inflexión son revelaciones
Un punto de inflexión es donde se unen la narrativa y la emoción. Es ese momento en el que todo cambia, ves el mundo de manera diferente y decides tomar una nueva dirección. Estos son los momentos que más nos gustan en las historias.
Las reacciones químicas en nuestro cerebro durante un momento decisivo son fascinantes. Al principio de una historia, mientras conocemos a los protagonistas, nuestros cerebros liberan oxitocina, una sustancia química que nos une a otras personas. Al sentirnos involucrados con los personajes de la historia, sus luchas hacen que nuestros cerebros liberen cortisol, una sustancia química que nos pone en alerta para reaccionar ante el peligro. Pero luego llega el punto de inflexión y se resuelve la tensión. Nuestros cerebros se inundan de dopamina y estamos felices.
Identifica tus puntos de inflexión.
- ¿Cuál fue el momento revelador al comienzo de tu negocio?
- ¿Qué momentos decisivos han ocurrido desde entonces?
- ¿Cómo un punto de inflexión ha llevado a tu negocio por un nuevo camino?
- ¿Cómo un punto de inflexión benefició a tus clientes o a la comunidad?
La historia de tu marca nunca termina
Cuando ves una película, esperas que tenga un comienzo, un medio y un final. Sin embargo, con las marcas, la historia continúa mientras el negocio siga abierto, a veces incluso más tiempo, y va cambiando con el negocio.
Tus valores y tu compromiso con tus clientes forman el núcleo sólido e inalterable de la historia de tu marca. Cuando cuentes la historia de tu marca, mira hacia adelante y muestra cómo siempre estás mejorando tu negocio para beneficiar a tus clientes.
Y no olvides seguir escribiendo la historia de tu marca. Tu negocio continuará evolucionando. Asegúrate de que la historia de tu marca evolucione con él.
Sugerencias para escribir una historia de marca convincente.
- Sé breve.
- Sumerge a tus clientes en la experiencia.
- Habla sobre lo que es importante para ti y por qué es importante para tus clientes.
- Sé vulnerable.
- Encuentra los puntos de inflexión.
- Mantén tu historia al día.
¿Qué haces con tu historia?
Una historia breve y sencilla de cómo comenzó tu negocio, de lo que haces por tus clientes hoy y del futuro que esperas crear es un buen comienzo. Escríbela y ponla en tu sitio web. Pero tu historia es algo más que las palabras que usas para contarla. La historia de tu marca es parte de todo lo que haces.
Por ejemplo, si la historia de tu marca destaca que debemos tratar de mejorar la contaminación del aire, tus clientes esperan que hagas lo que predicas usando materiales sostenibles, limitando tu huella de carbono y haciendo donaciones para proteger la calidad del aire. Sin embargo, si tu embalaje es principalmente de plástico y las entregas se hacen con camiones que sueltan grandes humaredas, la historia de tu marca les va a sonar falsa.
Los colores que usas, cómo interactúan los empleados con los clientes, tus actividades cívicas, todo lo que hace tu negocio es una oportunidad para seguir contando la historia de tu marca. Cada cliente está en su propia travesía. Asegúrate de acompañarles en cada paso.
Y esto puede ser evidente, pero cuéntales una historia verdadera. La honestidad y la transparencia cuentan. La historia de una marca se comparte entre la empresa y el cliente. Es una relación. Y las relaciones se basan en la confianza.
Una vez que conozcas tu historia, busca nuevas formas de contarla
Marketing in a Digital World es un programa por Internet que ofrece sugerencias y perspectivas para ayudarte a encontrar a tu público, explorar tus opciones, elevar tu marca y seguir aprendiendo.