CENTRO DE SEGURIDAD

Cómo detectar fraudes y estafas

Recibí una llamada de una mujer que dijo que era representante de Chase. Dijo que los estafadores habían entrado en mi cuenta y que necesitaba enviar el dinero a un número de cuenta diferente de inmediato para que el estafador no pudiera quedarse con todo el dinero. Fue muy profesional y parecía que sabía todo sobre el banco. Le pedí su número de teléfono y coincidió con el que está al reverso de mi tarjeta de débito. No tenía ninguna duda de que estaba hablando con una empleada de Chase. Así que hice la transferencia al número de cuenta que me dio e inmediatamente colgó. Me asusté. Me había quedado un saldo de cero.

 

Se me da muy bien la tecnología, soy de esas personas que piensan que nunca me pasaría una cosa así. Pero fue tan convincente y tan amable. Realmente creí que estaba intentando ayudarme a evitar que me robaran mis ahorros.

 

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Sospecha de cualquier llamada, mensaje de texto o email que parezca o suene como si fuera de una compañía legítima y que diga que hay un problema con tu cuenta, o de cualquier persona que te pida información personal para confirmar quién eres. Cuelga y no hagas clic en ningún enlace en mensajes de texto o emails ni llames a ningún número de teléfono que te den. En vez de eso, busca la información de contacto de la compañía en su sitio web y llama al número que aparece allí para preguntar si hay un problema con tu cuenta. Para comunicarte con Chase, llama al número que está al reverso de tu tarjeta o en el estado de cuenta.

El identificador de llamadas de mi teléfono indicó que era la oficina del alguacil. La mujer dijo que yo no había comparecido en la fecha fijada para la audiencia del gran jurado y que se había emitido una orden de arresto en mi contra.

 

Me dio el nombre de un juez, que mi esposo buscó y vio que era un juez federal verdadero en la dirección que dio. La mujer dijo que podía pagar una multa y comparecer ante el juez o que me encerrarían en el centro de detención. Dijo que, si no cumplía, podría ser arrestada si me detenían por cualquier infracción de tránsito, sin importar lo insignificante que fuera.

 

Estaba muy preocupada. Seguía recibiendo las llamadas amenazantes de la oficina del alguacil. Fue abrumador por las cosas personales que sabían sobre mí y las cosas que me decían que me iban a pasar si no me encargaba de ello de inmediato. Pagué $1,500 pensando que las cosas se resolverían. Pero continuaron llamando con más cuentos de por qué se necesitaba más dinero. Cuando mi marido llamó al número que nos había dado para confirmar la cita con el juez, no había registro de ninguna cita. Fue entonces cuando supimos que era una estafa. Perdimos un total de $5,000.

 

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Los estafadores pueden ser muy convincentes al sonar como funcionarios y hacerte creer que algo malo ha sucedido. A menudo, varios estafadores trabajan juntos para hacer que una historia suene más real. Nunca confíes en las fuerzas del orden público, el gobierno, la compañía de servicios públicos, el banco u otros que se comuniquen contigo de la nada, especialmente si te amenazan. Cuelga y busca un número de la organización en su sitio web y llámalos directamente.

Yo soy ingeniero de software y he leído sobre todo tipo de estafas, y siempre me dije: "Yo jamás caeré en algo así". En mi caso, todo comenzó con una mujer a la que conocí en una aplicación de citas. Vivíamos en diferentes ciudades, así que los dos sabíamos que no íbamos a iniciar una relación. Pero a lo largo de varios meses, nos enviamos muchos mensajes de texto y emails amistosos.   

 

Teníamos muchos intereses similares, entre otros, invertir en la bolsa de valores. Hablamos de las oportunidades que perdimos con el auge de las empresas tecnológicas, así que no queríamos que nos sucediera lo mismo con las criptomonedas. A mí me había ido bien cuando metí dinero en cripto, y ella también me dijo que había ganado un montón de plata. Me envió el enlace a la plataforma que ella usaba, así que le eché un vistazo. Yo entiendo de tecnología, y este sitio se veía como uno legítimo, todo muy profesional. Me inscribí para abrir una cuenta, deposité una pequeña cantidad y gané $1,500 con mi primera inversión.

 

Puse algo más de dinero y me salió bien de nuevo. Así que, con el tiempo, se convirtió en mi principal inversión y acabé invirtiendo $1.6 millones. Mi saldo aumentó a más de $8 millones. Pensé que ya lo tenía todo arreglado, e incluso pensaba en jubilarme de forma anticipada y terminar de pagar la universidad de mis hijos.

 

Entonces fui a hacer un retiro para pagar la matrícula de mi hijo, y recibí un mensaje que decía: "Tienes que devolver el préstamo antes de poder hacer un retiro de efectivo". Yo nunca les había pedido un préstamo, así que pensé que simplemente era un error. La aplicación me pedía $1.5 millones, amenazando con congelar mi cuenta si no pagaba. No había manera de resolverlo; nadie respondía al probar el chat, los emails y los números de teléfono de atención al cliente. Le pregunté a mi amiga si ella estaba teniendo problemas y lo siguiente que supe es que me había bloqueado y su perfil de Internet había desaparecido. Fui al sitio web del FBI y me puse a leer sobre páginas web y aplicaciones falsas de criptomonedas. Los ahorros de toda mi vida se esfumaron en cuestión de meses. 

 

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Es importante darse cuenta de que las estafas “matanza de cerdos” suelen avanzar lentamente. Ese "amigo" que conoces por Internet puede pasarse semanas, incluso meses, ganándose tu amistad y confianza, así que ten cuidado. Muy a menudo, una amistad por Internet que te empieza a hablar de inversiones suele ser un estafador. Desconfía de quien afirme tener información privilegiada sobre oportunidades de inversión en criptomonedas, que incluyen promesas de retornos grandes y rápidos, o si esa persona te anima a usar una aplicación o plataforma específica para invertir.

Respondí una llamada que pensé que era de mi hijo porque sonaba exactamente como su voz, decía que había tenido un accidente, herido a alguien y estaba bajo custodia policial.

 

Después de colgar, recibí varias llamadas de alguien que decía ser su defensor público. Me dio su nombre, la información del secretario del condado y me dijo cómo transferir $9,000 para su fianza.

 

Afortunadamente, llamé primero a la esposa de mi hijo y dijo que no le había sucedido nada. Realmente creí que la persona al teléfono era él. Era su voz y usaba palabras que él usaría. El “defensor público” también sonaba como un abogado. No fue demasiado exigente y habló con mucha calma. Esto realmente muestra lo sofisticados que se han vuelto los estafadores.

 

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Las voces generadas por IA suenan muy reales porque los estafadores obtienen una pequeña muestra de audio de la voz de alguien y luego la pasan por un programa de IA que replica la voz. Así que, particularmente, debes tener cuidado con los amigos o familiares que llaman de repente y necesitan ayuda. Espera y vuelve a llamarlos a un número que sepas que es de ellos o llama a otra persona que los conozca. También te conviene pensarlo 2 veces antes de publicar un video en medios sociales porque los estafadores pueden acceder fácilmente a una muestra de tu voz.

Yo encontré una oferta de empleo para una compañía muy conocida en mi sector, y en una plataforma de trabajo importante. Sin pensarlo dos veces, envié la solicitud y me contactaron para hacer una entrevista por videollamada. Todo salió bien, así que me ofrecieron el puesto con una excelente bonificación por contratación.

 

Pero antes de empezar, el gerente me envió un email diciendo que en RR. HH. habían duplicado la cantidad de mi bonificación por error. Me indicó que siguiera adelante y que depositase el cheque con la bonificación, y que simplemente usara Zelle^® para devolverles la cantidad del sobrepago. Yo asumí que había sido un error de buena fe, y por supuesto que no quería dar problemas a mi nuevo jefe, así que deposité el cheque y configuré 3 pagos diferentes con Zelle^®. Afortunadamente para mí, mi banco marcó los pagos de Zelle^® como inusuales y los bloqueó. Resultó que la oferta de empleo, el puesto, la bonificación y el cheque eran todos falsos.

 

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Ningún empleador potencial auténtico te enviaría jamás un cheque para que lo deposites y luego decirte que envíes parte del dinero de vuelta. Un empleador lícito nunca te pedirá un pago para obtener un empleo. Cualquier persona que haga esto es un estafador. 

 

También puedes buscar el nombre de la compañía o del gerente de contratación junto con la palabra "estafa" o "queja", para ver si hay señales de alerta. Recuerda que los estafadores usan métodos sofisticados y saben usar la tecnología y los medios sociales, e incluso pagan para publicar anuncios con los que atraer a posibles víctimas.