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Cómo el gimnasio de boxeo del centro de Detroit entrena a los estudiantes para la vida

Sube a un famoso cuadrilátero de boxeo en el que los libros ganan la pelea. Presentado por Chase for Business.

minutos de lectura

     

    Michigan ha sido durante mucho tiempo el epicentro de una crisis en la educación pública. Cuenta con algunos de los estudiantes más pobres del país y el rendimiento académico general en las áreas académicas clave está por debajo de la media nacional. Más de la mitad de los los estudiantes de tercer grado de Michigan no pueden leer al nivel que se espera de ellos. Sin suficientes fondos, recursos ni oportunidades, demasiados niños se quedan atrás.

    En Detroit a principios de los 90, Khali Sweeney fue uno de esos estudiantes. “De pequeño, no podía leer ni escribir”, dice. “Las personas me decían constantemente: ‘Vas a estar muerto o en prisión antes de los 21 años’”.

    Cuando no hay acceso a recursos críticos, la pobreza aumenta. La educación se desploma. Y el ciclo persiste. En lugar de rendirse ante las desigualdades sistémicas, Sweeney vio una oportunidad para aprovechar el potencial latente de su comunidad y triunfar.

    En 2007, con el apoyo de su vecindario y una fe ciega, Sweeney invirtió en el corazón de su ciudad natal y fundó el gimnasio Downtown Boxing Gym.

     

    Entrenar a la próxima generación de académicos de peso pesado

    Aunque no era boxeador, Sweeney veía el deporte como un rompehielos, un incentivo convincente para desatar las preguntas que se deberían hacer a más estudiantes. Una ronda de boxeo en el cuadrilátero podría ser una oportunidad para conectar con un niño y aprender cómo le van las cosas en la escuela, en la vida y en su casa. Para atraer a una población que conoce bien la escasez de recursos y las promesas vacías para cambiar, Sweeney sabía que necesitaba ser creativo.

    “El boxeo es solo una forma de conseguir que los niños hablen conmigo”, dice Sweeney. De ninguna manera es el foco. En DBG, como se conoce más comúnmente el gimnasio, el boxeo puede ser el gancho, pero la educación es el enfoque principal. “La lectura antes que el boxeo”, dice. “Ese es nuestro lema”.

    Detrás del cuadrilátero, los sacos de boxeo, las cuerdas de saltar y los equipos de ejercicio hay una organización sin fines de lucro que ofrece programas críticos y efectivos en horario extraescolar. DBG ofrece apoyo académico personalizado a largo plazo y recursos para estudiantes de 8 a 18 años, con mentores que continúan hasta los 25 años. Esta comunidad de estudiantes diligentes y tutores especializados, entrenadores y personal de apoyo dedicados está decidida a animarse unos a otros. Y está cambiando vidas.

     

    Empoderar a jóvenes campeones

    El programa completamente gratuito de DBG proporciona todo lo que los estudiantes necesitan, desde transporte y comidas durante todo el año hasta apoyo continuo cuando llegan a la universidad, a centros de formación profesional y a la colocación laboral. Los amplios cursos del gimnasio preparan a los estudiantes para la universidad y una carrera futura, mientras los empoderan con habilidades esenciales para la vida, como cocinar, que van mucho más allá de las aulas.

    “Hemos hecho grandes esfuerzos con nuestros niños para remediar las carencias en todos los sentidos”, explica Jessica Hauser, directora ejecutiva del gimnasio. “Incluso tenemos un estudio de grabación. Es sumamente individualizado para asegurarnos de que todos los niños tengan las herramientas y los recursos que necesitan para salir adelante".

    Para aquellos sin acceso a Internet, sin la tecnología esencial o simplemente sin alguien que crea en ellos, DBG es un lugar en el que los estudiantes pueden aprovechar los recursos que necesitan y convertirse en las mejores versiones de sí mismos.

    “Conseguí cambiar mi camino”, dice Sweeney, “y por eso quería compartirlo con los jóvenes de mi vecindario”. Alguna vez estuvo inmerso en una narrativa que otros crearon para él, pero Sweeney encontró una manera de tomar las riendas de su historia. Ahora está equipando a una nueva generación con las herramientas para tomar sus propias riendas.

     

    Cómo un gancho certero surte un efecto duradero

    Lo que comenzó hace más de una década, con Sweeney y un puñado de voluntarios, se ha convertido en uno de los programas extraescolares líderes del país. Su exitoso historial ha sido comprobado (con una tasa de graduación de la escuela secundaria del 100% durante 16 años consecutivos), lo que indica que el acceso a la educación es la clave de la movilidad económica.

    El gimnasio cuenta con una creciente lista de antiguos alumnos consumados, que han pasado a la educación superior y a profesiones exitosas, y una lista de espera de más de 1,000. DBG ahora tiene más de 40 empleados y un presupuesto operativo de más de $4 millones al año.

    Una reciente adquisición de 3 solares al otro lado de la calle dio inicio a una emocionante expansión. Los planes incluyen la construcción de un edificio STEAM de $3 millones que albergará programas de ciencias, tecnología, ingeniería, arte y matemáticas, así como de música y robótica.

    Con la incorporación del edificio de 17,000 pies cuadrados, DBG está listo para casi duplicar el número de jóvenes inscritos en la actualidad, para dar la bienvenida a unos 400 estudiantes al programa cada año. DBG podrá ofrecer aún más oportunidades de aprendizaje práctico, experiencial y exploración creativa. Esta expansión destaca el compromiso continuo de DBG con la educación ingeniosa que impulsa a los estudiantes hacia el éxito, sin importar cómo escojan definirlo.

    En todos los aspectos del modelo DBG, el apoyo comunitario es palpable y sólido, como lo ha sido desde el principio.

     

    Conocer y enseñar las técnicas

    Para Sweeney, la comunidad siempre ha sido lo que le da impulso. Y está mostrando a la próxima generación por qué.

    Al invertir de manera incondicional en los estudiantes, DBG demuestra que vale la pena invertir en estos jóvenes. Es un cambio crucial en el paradigma para construir una comunidad próspera.

    Lo que les pueden parecer a los estudiantes instrucciones simples sobre cómo asumir una postura de combate adecuada es realmente una lección sobre cómo luchar por sí mismos, sus futuros y las personas que los han guiado por el camino. A medida que los estudiantes crecen, pasan a cumplir funciones de liderazgo para formar a la próxima generación de participantes, sembrando el cambio generacional en rondas (de lectura) de una en una.

    El gimnasio usa ingeniosamente el ritmo del boxeo para inculcar valores duraderos. Se alienta a los estudiantes a luchar duro, quizás incluso a perder duro. Y cuando lo hacen, aprenden de sus derrotas, se recuperan y suben de nuevo al cuadrilátero.

     

    En su esquina del cuadrilátero venga lo que venga

    “Tenemos una tasa de graduación del 100%”, dice Sweeney. “Pero eso es solo una parte de la travesía. No podemos bajar la guardia todavía. Tenemos que seguir trabajando”.

    Para alcanzar sus ambiciosas metas, Sweeney y su equipo necesitan el mismo compromiso a largo plazo con el éxito del gimnasio que ofrecen a sus estudiantes. Allí entra Chase for Business.

    “Habíamos ido de un banco a otro intentando encontrar la ayuda adecuada”, dice Hauser. “Chase for Business ha sido el único banco que realmente nos escuchó cuando les dijimos lo que necesitábamos. Están mejorando continuamente los recursos que tienen disponibles y siempre responden cuando surgen cosas y necesitamos ayuda”.

    Cada contribución a DBG, de cualquier tipo (como apoyo financiero, tiempo dedicado o con creencias firmes en la labor en sí), es prueba de lo que es posible cuando una comunidad se une. Con los recursos adecuados y las personas adecuadas en tu esquina del cuadrilátero, te espera un futuro mejor. Y DBG ha creado el modelo.

    La confianza de los estudiantes y su capacidad de leer a los niveles correspondientes a sus grados o por encima de ellos es un testimonio del poder transformador de la educación. También es un resultado directo de lo que sucede cuando cada estudiante tiene la oportunidad de luchar por sus metas. Simplemente pregúntale a Sweeney.

    “Veo mucho de mí mismo en ellos”, dice. “Están donde yo solía estar, pero van a llegar mucho más lejos de dónde he estado”.

     

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