Lo más probable es que hayas escuchado los términos “terapia de compras”, “compras compulsivas” y “adicto a las compras”. Las compras pueden liberar endorfinas, a menudo llamadas sustancias químicas "para sentirse bien" porque pueden mejorar tu estado de ánimo. Lamentablemente, esta descarga de energía también puede llevar a un comportamiento adictivo en algunas personas. Cuando se hacen con moderación, las compras pueden ser inofensivas y divertidas. Sin embargo, demasiadas visitas a tu tienda por Internet favorita definitivamente pueden hacerle daño a tu bolsillo. Aunque puede que cree una cierta sensación de bienestar en el momento, las compras impulsivas pueden generar estrés financiero más adelante.
Si tienes dificultades con las compras impulsivas, considera estos consejos para superar los comportamientos que interfieren con tu presupuesto:
- Elimina la tentación: es difícil no pensar en comprar cuando nuestros dispositivos no dejan de enviarnos ofertas e imágenes de cosas que se supone que mejorarán nuestras vidas. Si quieres aprovechar las ofertas de vez en cuando, crea una nueva dirección de email estrictamente para emails promocionales. Revisa tu bandeja de entrada cuando tengas pensado hacer una compra necesaria o planificada.
- Ve de encubierto: ¿alguna vez notaste que solo con mencionar algo sobre comprar zapatos nuevos de repente no paran de llegarte anuncios de zapatos muy específicos en los medios sociales? La focalización conductual tiene como objetivo incentivarte a comprar, pero puedes desactivar las cookies para navegar por la web de forma más anónima. Además, si usas altavoces inteligentes, ten en cuenta que, aunque pueden ser convenientes, también pueden estar alimentando motores de marketing para enviarte anuncios atractivos.
- Reduce el uso de crédito: evita usar las tarjetas de crédito si no tienes el efectivo para liquidarlas por completo al final del mes. Además, considera tener solo una tarjeta de crédito, solo para usar en casos de emergencia. Luego tritura las otras para no caer en la tentación de usarlas, pero no cierres las cuentas, ya que eso podría afectar negativamente tu puntaje de crédito.
- Revisa tus saldos: mantenerte al día con tus finanzas puede ayudarte a resistir el impulso. Revisa tus cuentas bancarias con frecuencia para ver si algún gasto impulsivo te ha afectado.
- Establece límites: no hace falta que te prives por completo. Con solo practicar moderación podrás progresar hacia la conquista de tus impulsos. Intenta llevar efectivo o una tarjeta de regalo recargable para gastos no requeridos o “deseos” basados en tu presupuesto establecido. Gasta el dinero de la manera que escojas; simplemente ten en cuenta que, cuando lo gastes, tienes que esperar hasta el siguiente período de pago para recargarla.
- Prueba el método de los 30 días: cuando sientas la necesidad de derrochar, esfuérzate a parar y toma nota del artículo, el precio y la fecha. Luego considera si realmente quieres o necesitas el artículo. Si decides que sí, cómpralo, pero solo al pasar los 30 días. Con este enfoque, no te estás privando; solo estás incorporando un período de “enfriamiento” para pensar en las compras.
- Socializa sabiamente: evita las invitaciones para ir a "mirar escaparates" y, en su lugar, ve una película, haz una caminata o invita a una amistad a cenar. De esta manera, todavía puedes socializar sin sentimiento de culpa.
- Fomenta tu deseo de ahorrar: cuando sientas que necesitas comprar algo, inmediatamente saca tu teléfono y transfiere lo que cueste el artículo a tus ahorros. Si conviertes tu hábito de comprar en un hábito de ahorrar, quizás descubras que puede ser igual de adictivo ver crecer tu cuenta de ahorros.
- No pierdas de vista tu objetivo: considera lo que realmente te traerá felicidad frente a lo que tal vez desees en el momento. ¿Es ese suéter u objeto brillante realmente más valioso que el viaje especial o la vivienda para la que has estado ahorrando?
- Pide ayuda: no te avergüences de pedir ayuda si tienes problemas con tus gastos. Comparte con tus amigos y seres queridos tu deseo de reducir tus gastos compulsivos. Si eso te resulta incómodo, simplemente di que estás ahorrando para algo especial. Es posible que descubras que ellos tienen metas similares.
Recuerda, el progreso es más importante que la perfección. Al igual que con las dietas o los planes de ejercicios, es posible que no tengas éxito el 100% del tiempo, pero estar atento e intentar superar los malos hábitos es progreso. Con paciencia, dedicación y tiempo, lo conseguirás.